La educación integral como un proceso continuo de desarrollo de todas las potencialidades del ser humano, lo orienta hacia la búsqueda de su plenitud, en el aprender a ser, aprender a hacer, aprender a aprender, aprender a emprender y aprender a convivir, y lo convierte en un ciudadano consciente, responsable y solidario. Para lograr esta plenitud es necesario promover la colaboración y la comunicación en el proceso de enseñanza con estrategias que ayuden a la construcción del aprendizaje significativo y al desarrollo de competencias.
Así pues el enfoque de Aprendizaje significativo (D. Ausubel, J. Novak), Constructivismo ( J. Piaget ) y el Socio-constructivismo (Vigotski), me parece que son enfoques congruente con la concepción del aprendizaje por competencias, ya que tienen varios puntos en común.
Por ejemplo el Aprendizaje significativo postula que el aprendizaje debe ser significativo, no memorístico, y para ello los nuevos conocimientos deben relacionarse con los saberes previos que posea el aprendiz. En el constructivismo existe la construcción del propio conocimiento mediante la interacción constante con el medio. Lo que se puede aprender en cada momento depende de la propia capacidad cognitiva, de los conocimientos previos y de las interacciones que se pueden establecer con el medio. En cualquier caso, los estudiantes comprenden mejor cuando están envueltos en tareas y temas que cautivan su atención. Y en el socio -constructivismo destaca la importancia de la interacción social, señalando que aprender es una experiencia social donde el contexto es muy importante y el lenguaje juega un papel básico como herramienta mediadora, no solo entre profesores y alumnos, sino también entre estudiantes, que así aprenden a explicar, argumentar... Aprender significa "aprender con otros", recoger también sus puntos de vista. La socialización se va realizando con "otros" (iguales o expertos).
El aula debe ser un campo de interacción de ideas, representaciones y valores. La interpretación es personal, de manera que no hay una realidad compartida de conocimientos. Por ello, los alumnos individualmente obtienen diferentes interpretaciones de los mismos materiales, cada uno construye (reconstruye) su conocimiento según sus esquemas, sus saberes y experiencias previas su contexto.
En conclusión podemos decir que estos enfoques ayudan al desarrollo de las competencias que todos los bachilleres deben desarrollar para que puedan comprender su entorno (local, regional, nacional o internacional) e influir en él, así mismo contar con herramientas básicas para continuar aprendiendo a lo largo de la vida, y practicar una convivencia adecuada en sus ámbitos social, profesional, familiar, etc.; Como la RIEMS lo ha planteado.
Estas competencias junto con las disciplinares básicas construyen el Perfil del Egresado del Sistema Nacional de Bachillerato.
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